el retonno

Veréis, está la cosa tan malita que he decidido salir un rato de mi cámara criogénica para comentar la jugada. Es probable que cuando vuelva a meterme otra vez en mi burbuja de frío penséis que para esto mejor me hubiera quedado, pero es un riesgo que asumo de buen grado.

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Castedo, Ortiz, Cinturones, Rabassa y res de res

Tenía pendiente escribir un post sobre el sainete de Sonia Castedo y Ortiz a cuenta del Rico Pérez, la recalificación de los terrenos del soterramiento de las vías del tren, Rabassa y la aparición del nombre de Ortiz en los sumarios del caso Gürtel.

No lo voy a hacer.

Simplemente os dejo esta noticia porque, al final, Sonia Castedo ha tomado la decisión de hacer lo que correspondía hacer: velar por el cumplimiento del contrato entre Ortiz y el Ayuntamiento para la rehabilitación del Rico Pérez.

Me alegro.

De momento.

Propuestas o vaguedades

Herido en mi orgullo de blogger, recojo el guante que hace un par de días Riskott me lanzó en un comentario al post sobre la entrevista a Sonia Castedo. La historia es, muy resumida, la siguiente. De todo lo que la Alcaldesa de Alicante dijo hubo algo que me extrañó especialmente: 

Pregunta: Además de los servicios y la construcción, ¿qué alternativas tiene Alicante para generar empleo?

Respuesta: Dígame una sola. Si alguien me dice qué posibilidades hay, nos ponemos en marcha.

Curiosa respuesta para un responsable público, ¿no? Si la Alcaldesa no tiene ninguna idea sobre cómo dinamizar la vida económica alicantina, apaga y vámonos.

Pero no es eso lo que os vengo a contar hoy. Riskott, con buen criterio, me hizo notar que las propuestas que yo puse sobre la mesa en el post eran voluntariosas, pero demasiado vagas. Y aquí estoy para enmendar mi vaguedad, no sé si con propuestas más concretas, pero sí con un post para redimirme. No creo que lo consiga.

Antes de nada, quisiera dejar claro lo siguiente. Si cuando accedió a la alcaldía de la ciudad la Alcaldesa de Alicante no trazó una hoja de ruta de lo que debía ser su mandato, empezó mal.

Pero, fuera como fuera, la Alcaldesa de Alicante no tiene ideas sobre cómo suoperar la dicotomía construcción/servicios en la base de la economía alicantina.

Antes de empezar, convendría tener claro lo siguiente:

1. Alicante no es una isla incomunicada con el resto del territorio de la provincia.

La ciudad está rodeada de un área metropolitana, y la provincia cuenta con, al menos, dos ejes importantes de población y de actividad económica: Benidorm y Elx.

Si la Alcaldesa de Alicante está buscando alternativas de empleo al sector de la construcción y al sector servicios sería bueno que empezara por mirar a su alrededor para analizar cuáles son las posibles sinergias que la ciudad puede crear con su área metropolitana y con el resto de la provincia.

Los instrumentos con los que el Ayuntamiento de Alicante cuenta son escasos y, seguramente, es eso lo que la Alcaldesa quería decir con su respuesta. Sin embargo, la ciudad puede generar economías de escala colaborando con los ayuntamientos de Elche o Sant Vicent, municipios menos enfocados al sector servicios.

2. ¿Es necesario cambiar substancialmente el modelo económico alicantino para crear empleo? 

Alicante es una ciudad turística, comercial y de servicios. Lo ha sido durante décadas y su historia es la de una ciudad eminentemente comercial. 

Para que os hagáis una idea, en Alicante existen 12.185 empresas de servicios frente a 823 empresas dedicadas a la industria, o 1.521 empresas vinculadas al sector de la construcción. En Alicante hay 73 establecimientos hoteleros -pensiones, hostales y apartamentos incluídos-, 403 restaurantes, cafeterías, bares o cafés, 211 bancos y 216 cajas de ahorro.

El 85,67% de la población trabaja en el sector servicios. Sólo un 6% trabaja en el sector industrial -en 794 industrias manufactureras y 25 empresas dedicadas a la producción y distribución de energía-, mientras que el sector de la construcción ocupa a un 7,72% de los trabajadores.

La vocación económica de la ciudad es bastante evidente y la capacidad de sus empresas para crear empleo también lo es.

Sin embargo, la ciudad cuenta con suelo industrial, en el área metropolitana el peso de las industrias es mayor que en la capital, y, por último, otros municipios de la provincia tienen una vocación más claramente industrial que la de Alicante.

Con todo ello en la mano, mi respuesta a la pregunta es que el Ayuntamiento de Alicante debe intensificar sus esfuerzos por situar al sector servicios en la punta de lanza de su modelo económico, pero debe también incrementar el peso de determinado tipo de industrias en el balance económico de la ciudad.

En el sector turístico, es necesario que la ciudad mejore sus accesos, ordene su crecimiento, recupere su patrimonio arquitectónico, incorpore nuevas tipologías a su oferta de turismo, innove en los reclamos turísticos que ofrece y ponga el acento en la calidad. En resumen, que el Ayuntamiento de Alicante supere efectivamente la combinación sol y playa como centro alrededor del cual gira la oferta turística de la ciudad.

En el sector servicios, el Ayuntamiento de Alicante debería ser capaz de facilitar y clarificar los trámites para la creación de empresas, reducir las cargas fiscales que dependen de él y orientar la reconversión de las empresas del sector inmobiliario hacia sectores de actividad más acordes con la realidad económica actual y de mayor proyección futura.

Los diferentes proyectos museísticos, culturales y de ocio que tanto el Ayuntamiento, como la Generalitat Valenciana o el Gobierno Central han puesto en marcha en Alicante -Ciudad de la Luz, Casa del Mediterráneo, MARQ, Fábrica de Tabacos, etc- pueden servir como palanca de tracción de otro tipo de actividades vinculadas a ellas. Convenientemente gestionadas -pienso sobre todo en la Ciudad de la Luz- pueden constituir un buen polo de atracción económica y de generación de oportunidades de negocio. El Palacio de Congresos y la Casa del Mediterráneo se encuentra también en la línea de estos proyectos.

En sector industrial, es importante que recordemos que un buen número de empresas están vinculadas al sector de la construcción y que la manufactura alicantina es escasa. Sería necesario, en este terreno, que el Ayuntamiento de Alicante, en colaboración con la Universidad de Alicante, animara a la inversión industrial en la ciudad en aquellas actividades industriales que suponen una oportunidad para la provincia. Estoy pensando en sectores como el de las técnicas de ahorro, reciclado y desalación de agua, el aprovechamiento de la energía solar, la innovación en materiales de construcción y en técnicas constructivas, la recuperación paisajística, las técnicas agrícolas, etc. Para eso es necesario que el Parque Tecnológico de la Universidad de Alicante sea una realidad. Hace falta investigación, desarrollo e innovación constantes.

Aquí, como en otros casos, la colaboración con el resto de municipios de la provincia es fundamental.

3. Superar la dependencia del ladrillo.

La mayor parte de la riqueza generada durante los últimos años en Alicante ha provenido del sector de la construcción y del sector servicios.

A lo largo de estos últimos años, el empresariado de la provincia de Alicante ha abandonado sectores tradicionales de actividad -muebles, alfombras, juguetes, calzado- para concentrar todos sus esfuerzos de inversión en el sector inmobiliario. En gran medida, la crisis de estos sectores responde al trasvase de capital desde la industria tradicional al sector inmobiliario.

Las empresas alicantinas deberán hacer su propia travesía del desierto. Efectivamente, el Ayuntamiento y el resto de AAPP puede hacer algunas cosas para ayudar, pero los instrumentos de los que dispone Sonia Castedo para eso son limitados.

En gran medida, dependerá de su capacidad para reformular su propio discurso y enfocarlo hacia la recuperación de los sectores tradicionales de actividad, mediante una apuesta clara por modificar el paradigma productivo de la ciudad, y de las sinergias que genere con el resto de municipios del área metropolitana de Alicante.

En definitiva, lo que la Alcaldesa puede hacer por Alicante para que las empresas vuelvan a generar empleo es una tarea ingente, a medio y a largo plazo, que requiere colaboración con el resto de Administraciones Públicas y municipios del área metropolitana, que necesita grandes dosis de colaboración y para la que, personalmente, todavía no ha demostrado cualidades.

Perdonadme el ladrillo.

Entrevista a Sonia Castedo (II)

Tenemos que aprender a querer y cuidar más Alicante (Sonia Castedo).

En boca de la Alcaldesa de Alicante, la frase parece una autocrítica a su primer año de mandato. Pero no, no os equivoquéis, la frase sólo forma parte de la entrevista a Sonia Castedo que ayer publicó INFORMACIÓN.

Ni un ápice de autocrítica -el tono de la entrevista no daba para más- sólo autocomplacencia y ataques al PSPV, al Gobierno Central y a los ciudadanos que se organizan para oponerse a los tejemanejes y a los proyectos faraónicos del ayuntamiento. Todo un detalle por parte de la alcaldesa.

Os resumo, la Alcaldesa quiere vendernos la moto de Rabassa, IKEA, el Rico Pérez, los centros comerciales y las recalificaciones. Para más información al respecto pinchad aquí.

Más, la alcaldesa va aprobando proyectos según se los van poniendo encima de la mesa.

No hay un plan director, ni un proyecto claro.

Lalcaldesa únicamente quiere aprobar Rabassa, aunque haya que tirar abajo el Rico Pérez, destrozar el entorno de Rabassa -la alternativa se llama recuperar, Sonia-, y construir pisos en aquel espacio para la ciudad que iba a ser la remodelación del Rico Pérez -recordad que hay un contrato firmado entre el Ayuntamiento de Alicante y el señor «yomeloguisoyomelocomo» Ortiz.

bienvenido

El mantra la culpa de todo la tienen Yoko Ono y la simplificación de la realidad hasta convertirla en algo absurdo también es, por lo que vemos, del agrado de la alcaldesa.

Que no hay estación intermodal, la culpa de Zapatero.

Que no hay AVE, la culpa de Zapatero.

Que Alicante tiene una de las mayores tasas de paro del país, la culpa de Zapatero. (No de los que alimentaron la burbuja inmobiliaria ni de quienes -incluída ella- creen que no más sector económico que el del ladrillo).

Por cierto, a la pregunta «Además de los servicios y la construcción, ¿qué alternativas tiene Alicante para generar empleo?», la respuesta de lalcaldesa es la siguiente «Dígame una sola. Si alguien me dice qué posibilidades hay, nos ponemos en marcha».

Yo te puedo dar algunas ideas pero seguramente no te gustarán porque Ortiz no puede sacar tajada: un plan de energías renovables para la ciudad y exenciones fiscales para las empresas del sector que quieran instalarse aquí; un plan de ahorro, reutilización y reciclado de agua y exenciones fiscales para las empresas del sector que quieran instalarse aquí; exenciones fiscales para industrias con contenido en I+D+i; un apoyo decidido del Ayuntamiento al Parque Tecnológico de la Universidad de Alicante.

Que ya van 10 años de redacción de un PGOU, la culpa ¿de Zapatero?, no del antiguo equipo de redacción del PGOU que son unos impresentables. Y a mí que me registren.

Entre todas las perlas que la Alcaldesa nos dejó os voy a destacar las siguientes:

Su fe en el Plan Rabassa como proyecto clave para la ciudad continúa intacta…

Absolutamente. Aposté desde el principio y no suelo torcerme nunca en las cosas en las que creo.

No tenemos ninguna duda al respecto, la Cafetería de la Isleta será, siempre, un ejemplo claro de ese compromiso consigo misma que yo prefiero llamar tozudez o cerrazón.

El otro gran proyecto urbanístico pendiente es el Centro de Congresos. Hay expertos que cuestionan la necesidad de esa infraestructura para la ciudad.

No puedo evitar muchas veces que las voces de agoreros intenten continuamente torpedear el desarrollo de nuestra ciudad (…) ojalá todas la voces comenzaran a unirse; y no para crear plataformas, sino para lo contrario, para que una sola voz defienda la ciudad.

Como digo, todo un detalle por parte de lalcaldesa. Y una reducción al absurdo de lo que algunos colectivos le han pedido que no haga en el entorno del Centro de Congresos.

Ni que decir tiene que lalcaldesa se apunta el tanto de los arreglos en el Castillo de Santa Bárbara o de la rehabilitación de la Fábrica de Tabacos, claro está.

Veréis, cuando una señora que piensa que la Volvo, la Ciudad de la Luz y los canales de la Avenida de Dénia es lo mejor que se puede hacer por Alicante me dice «tenemos que aprender a querer y cuidar más Alicante», me entra un poco de vergüenza ajena.

GORNLHÖM, cortinas de humo

Como seguramente sabéis, la alcaldesa de Alicante y el primer teniente de Alcalde, Enrique Ortiz, o al revés, están empeñados en que el Plan Rabassa salga adelante y que los alicantinos traguen con él, caiga quien caiga.

Antes de las vacaciones, la ínclita Sonia Castedo nos sorprendía con un anuncio sorpresa: IKEA estaba interesada en instalarse en Alicante, en Rabassa para más señas. A la instalación de IKEA venía aparejada la construcción de un gran centro comercial -o centro cívico, como fue calificado desde el Ayuntamiento.

La respuesta de los comerciantes del centro de Alicante fue radical. Sí a IKEA, no a la instalación de nuevas superficies comerciales en Alicante.

La alcaldesa tuvo que recular. Se reunió con los comerciantes y prometió reformular el proyecto.

Ya con0céis mi opinión. No creo en la construcción de tropecientasmil viviendas en el entorno de Rabassa, creo en la recuperación ambiental del lugar y en la puesta en valor de las lagunas. A Alicante no le sobran zonas por donde oxigenarse, de manera que la preservación de Rabassa es, desde mi punto de vista, un asunto mayor. Como yo, muchos ciudadanos de Alicante y muchos colectivos sociales, tampoco creen en Rabassa.

Y eso la alcaldesa lo sabe.

Abro un paréntesis. El PSPV aún debe aclarar cuál es su postura en este asunto porque el pasado pesa. Y, en el pasado, el PSPV votó a favor de Rabassa.

Cierro paréntesis y retomo la cosa donde la dejé.

La alcadesa sabe que son muchos los alicantinos que se oponen a Rabassa, de manera que nuestra Sonia y su Ortiz, o al contrario, idearon un plan maestro, el plan GORNLHÖM, o Cortina de Humo.

Si logramos que los alicantinos se olviden de Rabassa y piensen en IKEA, los habremos dividido aún más y tendremos más posibilidades de conseguir nuestro objetivo: que Enrique Ortiz consiga dar un gran pelotazo en Rabassa.

Pronto, a la voz de los comerciantes del centro, se unieron otras. Entre ellas, las de los que opinaban que IKEA podía ir en otra parte, que hay superficies comerciales suficientes como para evitar la construcción de una tienda de IKEA en Rabassa, o incluso la de aquellos que pensamos que, con uno en Murcia, es más que suficiente.

Así que, la alcaldesa y el delegado de ésta en el mundo empresarial, tuvieron que pasar las vacaciones diseñando una nueva cortina de humo que consiguiera que la división fuera aún mayor.

Recordáis que la alcaldesa ya había puesto en bandeja un pelotazo a Ortiz en el entorno del Rico Pérez. Pues bien, parece que Ortiz está dispuesto a abandonar el proyecto con la condición de que Rabassa salga adelante sí o sí.

Para ello, Castedo y Ortiz se han sacado de la chistera un nuevo conejo, construir un nuevo estadio para el Hércules en Rabassa.

Con el nuevo conejo, Castedo y Ortiz no sólo han conseguido dividir aún más a los ciudadanos, sino a los propios herculanos -palabras mayores-, ofreciéndoles un nuevo caramelito.

El plan debe ser el siguiente. Si hay un herculano que quiera IKEA si, además, le ofrecemos un nuevo estadio, ya lo tenemos a nuestros pies.

Mi opinión es que sería mejor recuperar el entorno del Tossal, Rico Pérez incluído, y convertirlo en una gran área deportiva para la ciudad. No hay necesidad de construir un nuevo estadio, únicamente es necesario remodelar adecuadamente el que tenemos.

Si finalmente triunfa el criterio de Castedo y Ortiz, cuando vayáis al IKEA, buscad las cortinas GORNLHÖM, están hechas de humo.

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Obstinarse en el error

Hoy Información ha publicado una noticia que, leyendo el titular, me ha preocupado bastante. Es cierto que, si uno lee el cuerpo de la noticia, el nivel de preocupación se rebaja, aunque se mantiene.

Os doy el titular y luego vamos a la noticia en sí:

La Cámara mantiene la apuesta por el ladrillo como motor económico de Alicante.

Da miedo, ¿a que sí?, vamos a aclararlo un poco para juzgarlo mejor.

El redactor de la noticia nos aclara que, en los planes de la Cámara de Comercio, entra explotar la capacidad de crecimiento del sector inmobiliario, lejos de ponerle freno.

Sin embargo, la apuesta de los empresarios alicantinos pasa por cuestiones como la domótica, la investigación en nuevos materiales, la apertura del sector a nuevos mercados y la búsqueda de la competitividad mediante la complicidad con las entidades financieras. Todo ello mediante la creación de un Centro Tecnológico de la Construcción con sede en las comarcas del Vinalopó.

Es cierto que, como perspectiva de futuro, no deja de ser una buena propuesta de reconversión del sector inmobiliario, aunque tal como yo lo veo, significa obstinarse en un error que los empresarios de la provincia llevan cometiendo desde hace dos décadas: jugar la mayor parte del capital a una sola carta, la del ladrillo.

Aunque sea mediante l+D+i no deja de ser un empecinamiento que, o bien responde a una escasa capacidad de los empresarios alicantinos para inventar nuevos modelos de negocio, o al miedo al cambio que, dadas las circunstancias, tampoco es nada extraño.

Los empresarios alicantinos han demostrado estos años que la preocupación fundamental que los ha guiado no ha sido la generación de riqueza y perspectivas económicas a medio y largo plazo, sino la acumulación de capital. Esa acumulación de capital, no ha servido para poner en marcha iniciativas empresariales de mayor calado en el sector inmobiliario, a los hechos me remito.

La innovación, pues, no ha formado parte del ADN de los empresarios alicantinos durante estos años, de modo que, puede parecer que su afán por cambiarlo todo (I+D+i), sin cambiar nada (sector inmobiliario) es únicamente el resultado directo de lo que técnicamente se conoce como «ver las orejas al lobo«.

Evidentemente, cambiar el modelo productivo de una sociedad es algo que no se consigue de la noche a la mañana, y también parece claro que la reconversión de la economía alicantina ha de tener un apoyo importante en el sector inmobiliario, generador de la mayor parte de la riqueza de la provincia durante estos años.

Desde un punto de vista estrictamente económico, sin embargo, el sector inmobiliario tiene un límite claro: el territorio es finito, aquí y en los mercados exteriores. Una vez que los empresarios alicantinos tengan alicatada toda la costa de Túnez, Marruecos, Portugal y Taiwan, se les acabó de nuevo el negocio.

Así las cosas, el motor económico alicantino debería, más bien, plantearse un trasvase de medios y de capital a los sectores tradicionales que, durante estas décadas, abandonó: mueble, calzado, alfombras, turrón, etc., y apostar por el diseño y la calidad como nuevos modelos de negocio en estos sectores.

Además, es necesario que los empresarios alicantinos hagan prospectiva sobre sectores económicos de futuro que les permitan diversificar el riesgo empresarial en áreas en las que la provincia pueda aportar valor.

Es por eso que os digo que el titular de la noticia preocupa y confunde a partes iguales.

Entre otras cosas porque, de esa reflexión, se nos plantean otras posibilidades para la provincia que, tal como yo lo veo, complementan al motor económico alicantino, le dan mayores perspectivas de futuro, y que, además, están recogidas en la propuesta de la Cámara de Comercio.

Una de ellas pasa por el agua. La escasez de agua es uno de los males endémicos de esta tierra; de lo que se trata aquí, y en algún lugar lo he leído expresado de esa manera, es «de hacer de la necesidad virtud«. Dado que somos un territorio deficitario en agua, tenemos razones de sobra para ser un territorio puntero en lo que se refiere al reciclado, desalación, ahorro y aprovechamiento de agua. No sólo con políticas públicas encaminadas a tal efecto, sino mediante parques tecnológicos universitarios que investiguen, desarrollen soluciones y generen innovación constante.

Dados los desmanes cometidos y permitidos durante estos años, sería bueno también que los empresarios animaran a los poderes públicos a hacer de la protección del medio ambiente una de las piedras angulares del proyecto de territorio para la provincia. Cuestiones como las energías renovables, la recuperación paisajística, la investigación en técnicas agrícolas -recordad que tenemos varias denominaciones de origen-, o el empuje definitivo a políticas de movilidad en transporte público para el área metropolitana Elche-Alicante, serían buenos ejemplos de una apuesta económica y productiva de futuro.

Vinculada, además, con un sector turístico que necesita urgentemente un replanteamiento de su oferta. El sol y la playa nos aportan turistas año tras año, pero también año tras año nos convierten en un destino de bajo coste y desordenado. La protección y la ordenación del territorio de la provincia deberían ser una de las obsesiones de la propuesta de la Cámara de Comercio.

En definitiva, que si bien la propuesta de la Cámara de Comercio es un buen inicio, es necesario que el foco se mueva desde un sector inmobiliario generador de capital, a otros sectores productivos menos agresivos con el territorio y generadores de futuro económico, empresarial y social para la provincia.

De la predisposición de empresarios y poderes públicos depende el futuro de los ciudadanos de la provincia que, en último término y no se nos olvide, son los clientes de una propuesta de este estilo.

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Polarizados

Este blog nació con un objetivo, encender algunas luces en Alicante y evitar que las que ya existen se apaguen. ¿Qué queréis que os diga? Ahora, visto en perspectiva, pienso que fui un poco -bastante, más bien- pretencioso o que demostré ser un iluso completo. Es difícil que, escribiendo un blog, uno pueda encender o apagar luces, más si uno lo hace desde Cádiz o desde Sevilla -depende del día. En todo caso, sigo en ello porque, entre otras cosas, me ayuda a ordenar las ideas y también porque no me resigno.

Pero no es esa la cuestión que quiero tratar hoy en el post. La cosa no va de luces, la cosa va de polarización.

Lo que me preocupaba cuando empecé a escribir eran dos cosas fundamentalmente. Por una parte, el estado de degradación en el que se encuentra la ciudad de Alicante; o lo que es lo mismo, me preocupaba la degradación de los barrios, de las calles, de los edificios de Alicante.

Por otra parte, me preocupaba el estado de las cosas a nivel valenciano, las políticas de la Generalitat, el descuido de los servicios públicos, la degradación del paisaje, el urbanismo feroz que todo se lo comió.

Además, y como cuestión colateral, me interesaba pensar y escribir sobre el desprestigio de la política y sobre la situación general de la cosa pública en Alicante y en la Comunitat.

No es que haya dejado de interesarme por ello, pero lo cierto que es que cuando pensaba en la situación en la que se encuentran la Comunitat Valenciana, sus ciudades, los barrios, las calles y las casas, me dejé en el tintero las más de las veces, a las personas, los más importantes.

Desde hace algunos meses me doy cuenta de que la situación de las personas es la más preocupante. En la Comunitat Valenciana, en Alicante los ciudadanos se han polarizado de tal manera que la atmósfera es irrespirable en muchos casos. No tenéis más que leer los comentarios del Diario Información. Prácticamente no hay términos medios. También en este blog, la discusión se ha convertido, en algunos casos, en algo tan agrio que he tenido que borrar comentarios por improcedentes e insultantes.

Así, resulta imcompatible estar en contra de la gestión del President de la Generalitat y ser un buen valenciano; es imposible alabar cualquiera de las decisiones de Sonia Castedo -en su más mínima expresión- y, al mismo tiempo, querer el bien para Alicante; no se puede ser republicano y hombre de bien -reedición de la máxima que no sé si conocéis «valencià i home de bé, no pot ser»-; no cabe la posibilidad de criticar ninguna política del gobierno de España sin subirse a la parra y llamar traidor al Presidente del Gobierno.

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Una de las cosas que nos explicaban en la Universidad era que los costes de información eran una de la razones que explicaban la escasa participación política de los ciudadanos. O lo que es lo mismo, saber si un pesticida es o no perjudicial para la salud requería, hasta hace no demasiado tiempo, unos conocimientos de los que sólo los instruídos en la materia disponían.

Internet ha cambiado ese paradigma, el acceso a la información es mucho más sencillo, a sólo una búsqueda en google, de manera que se han reducido a prácticamente cero los costes de información.

En buena lógica, pues, el cambio de modelo de acceso a la información debería habernos traído ciudadanos más informados, mejor posicionados, más conscientes y, por tanto, debería de habernos traído niveles más altos de participación ciudadana y de mayor calidad.

Pero no es así. En contra de lo que pudiera parecer, la información que la mayoría de los ciudadanos manejamos no es más rica, ni más contrastada, ni más imparcial, ni de mejor calidad, sino más sesgada, menos equilibrada, más visceral. De que esto sea así se encargan los partidos políticos, los medios de comunicación, los grupos de opinión, que lanzan sus mensajes al aire para que los respiremos.

Mensajes simplificados, grandes consignas, frases lapidarias, píldoras de información que los ciudadanos ingerimos sin ninguna dificultad y que vomitamos sin el menor problema.

Podéis comprobarlo. Los ciudadanos repetimos consignas en función de los mensajes que, por la mañana, elaboran los partidos políticos  y que los medios de comunicación afines se encargan de propagar, con mayor o menor sesgo.

Ayer por la noche, ví cómo TeleMadrid cubría la información sobre la declaración de Francisco Camps ante el juez y os aseguro que la sensación que tuve fue la de una plácida visita del President al juzgado, arropado por los suyos y jaleado por cientos de adeptos.

Todo esto os lo digo porque, después de mucho tiempo escribiendo en este blog, mi principal preocupación ahora es el aborregamiento al que hemos llegado los alicantinos de uno y otro signo, y el maniqueísmo de los comentarios, los pensamientos y las reflexiones de uno y otro bando. La polarización.

Una polarización que, en realidad, sólo contribuye a simplificar la realidad -muy rica, por otra parte- de la ciudad.

Ayer leía entre los comentarios a una noticia una exaltación de las bondades turísticas de la ciudad de Alicante que era respondida con comentarios a favor y en contra de Francisco Camps o el Presidente del Gobierno.

Bien, pues ni Alicante es la perla del Mediterráneo, ni la culpa la tienen sólo Zapatero o Camps.

A ver si nos vamos enterando. La información está en google. Sólo es cuestión de un click.

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