Culebrón herculano

Ya hemos hablado mucho en este blog sobre el triángulo amoroso entre Sonia Castedo, Enrique Ortiz y el estadio del Hércules. Hemos tenido varios capítulos de lo más variado en este culebrón, aunque el hilo conductor es siempre el mismo, el pelotazo -y no estoy hablando del patapún parriba de Clemente.

Primero, el Ayuntamiento vendió el estadio a la empresa que dirige el club con la condición de que lo reformara y mejorara sus condiciones de seguridad, pero eso no ha pasado.

Después, el club presentó un proyecto de reforma que incluía un hotel, un centro comercial y unos cines y que, además, estaba incluido, por arte de magia, en la reforma del PGOU -¿qué será del PGOU?.

A continuación, el Ayuntamiento, le propone al Hércules -al abrigo de la polémica sobre IKEA-, que traslade el estadio a la zona de Rabassa para poder construir pisos en el solar del Rico Pérez (abro un paréntesis porque aquello era una copia de la Nueva Condomina y, sintiéndolo mucho por Sonia Castedo, el tufo a pelotazo era de escándalo).

El debate sobre la cuestión ha ido cogiendo forma -no puede ser que el Ayuntamiento pretendiera que esto se quedara en un murmullo-, de manera que, abrumados, Ortiz y Castedo dejaron la cuestión para más adelante, cuando las aguas se serenararn.

Pero, como la vida es un eterno retorno, aquí estamos otra vez enfrascados con el Rico Pérez, Sonia Castedo y Enrique Ortiz.

La última gran ocurrencia la ha tenido el propio Ortiz. En resumen, le propone al Ayuntamiento que entre a formar parte del accionariado del club para que, a escote, ambos paguen la reforma del estadio y construyan una plaza.

Vamos a partir de una base, yo no soy muy futbolero, pero entiendo el valor social que el fútbol y los clubes deportivos tienen. Entiendo, aunque cogiéndolo con clips, que es una buena manera de promocionar la actividad deportiva, el asociacionismo y el carácter positivamente competitivo de una sociedad. Pero es que estamos hablando de fútbol, señores.

En cualquier caso, comprendo el interés del Ayuntamiento por el Hércules y su implicación en la vida del club. Pero hasta un límite. Existe un contrato clarísimo entre el Ayuntamiento y el club. El hecho de que sirviera en su momento para lavar la imagen de la operación no exime a las partes de su cumplimiento, no sé si me explico.

El Ayuntamiento puede contribuir con el club y con la ciudad de otras maneras. Por ejemplo, acondicionando la zona del Tossal para la actividad deportiva, generando sinergias con el Centro de Tecnificación y, eventualmente, ayudando al club en algunos aspectos que tengan que ver con la reforma del estadio.

Lo demás, suena a pelotazo.

Anuncio publicitario

Propuestas o vaguedades

Herido en mi orgullo de blogger, recojo el guante que hace un par de días Riskott me lanzó en un comentario al post sobre la entrevista a Sonia Castedo. La historia es, muy resumida, la siguiente. De todo lo que la Alcaldesa de Alicante dijo hubo algo que me extrañó especialmente: 

Pregunta: Además de los servicios y la construcción, ¿qué alternativas tiene Alicante para generar empleo?

Respuesta: Dígame una sola. Si alguien me dice qué posibilidades hay, nos ponemos en marcha.

Curiosa respuesta para un responsable público, ¿no? Si la Alcaldesa no tiene ninguna idea sobre cómo dinamizar la vida económica alicantina, apaga y vámonos.

Pero no es eso lo que os vengo a contar hoy. Riskott, con buen criterio, me hizo notar que las propuestas que yo puse sobre la mesa en el post eran voluntariosas, pero demasiado vagas. Y aquí estoy para enmendar mi vaguedad, no sé si con propuestas más concretas, pero sí con un post para redimirme. No creo que lo consiga.

Antes de nada, quisiera dejar claro lo siguiente. Si cuando accedió a la alcaldía de la ciudad la Alcaldesa de Alicante no trazó una hoja de ruta de lo que debía ser su mandato, empezó mal.

Pero, fuera como fuera, la Alcaldesa de Alicante no tiene ideas sobre cómo suoperar la dicotomía construcción/servicios en la base de la economía alicantina.

Antes de empezar, convendría tener claro lo siguiente:

1. Alicante no es una isla incomunicada con el resto del territorio de la provincia.

La ciudad está rodeada de un área metropolitana, y la provincia cuenta con, al menos, dos ejes importantes de población y de actividad económica: Benidorm y Elx.

Si la Alcaldesa de Alicante está buscando alternativas de empleo al sector de la construcción y al sector servicios sería bueno que empezara por mirar a su alrededor para analizar cuáles son las posibles sinergias que la ciudad puede crear con su área metropolitana y con el resto de la provincia.

Los instrumentos con los que el Ayuntamiento de Alicante cuenta son escasos y, seguramente, es eso lo que la Alcaldesa quería decir con su respuesta. Sin embargo, la ciudad puede generar economías de escala colaborando con los ayuntamientos de Elche o Sant Vicent, municipios menos enfocados al sector servicios.

2. ¿Es necesario cambiar substancialmente el modelo económico alicantino para crear empleo? 

Alicante es una ciudad turística, comercial y de servicios. Lo ha sido durante décadas y su historia es la de una ciudad eminentemente comercial. 

Para que os hagáis una idea, en Alicante existen 12.185 empresas de servicios frente a 823 empresas dedicadas a la industria, o 1.521 empresas vinculadas al sector de la construcción. En Alicante hay 73 establecimientos hoteleros -pensiones, hostales y apartamentos incluídos-, 403 restaurantes, cafeterías, bares o cafés, 211 bancos y 216 cajas de ahorro.

El 85,67% de la población trabaja en el sector servicios. Sólo un 6% trabaja en el sector industrial -en 794 industrias manufactureras y 25 empresas dedicadas a la producción y distribución de energía-, mientras que el sector de la construcción ocupa a un 7,72% de los trabajadores.

La vocación económica de la ciudad es bastante evidente y la capacidad de sus empresas para crear empleo también lo es.

Sin embargo, la ciudad cuenta con suelo industrial, en el área metropolitana el peso de las industrias es mayor que en la capital, y, por último, otros municipios de la provincia tienen una vocación más claramente industrial que la de Alicante.

Con todo ello en la mano, mi respuesta a la pregunta es que el Ayuntamiento de Alicante debe intensificar sus esfuerzos por situar al sector servicios en la punta de lanza de su modelo económico, pero debe también incrementar el peso de determinado tipo de industrias en el balance económico de la ciudad.

En el sector turístico, es necesario que la ciudad mejore sus accesos, ordene su crecimiento, recupere su patrimonio arquitectónico, incorpore nuevas tipologías a su oferta de turismo, innove en los reclamos turísticos que ofrece y ponga el acento en la calidad. En resumen, que el Ayuntamiento de Alicante supere efectivamente la combinación sol y playa como centro alrededor del cual gira la oferta turística de la ciudad.

En el sector servicios, el Ayuntamiento de Alicante debería ser capaz de facilitar y clarificar los trámites para la creación de empresas, reducir las cargas fiscales que dependen de él y orientar la reconversión de las empresas del sector inmobiliario hacia sectores de actividad más acordes con la realidad económica actual y de mayor proyección futura.

Los diferentes proyectos museísticos, culturales y de ocio que tanto el Ayuntamiento, como la Generalitat Valenciana o el Gobierno Central han puesto en marcha en Alicante -Ciudad de la Luz, Casa del Mediterráneo, MARQ, Fábrica de Tabacos, etc- pueden servir como palanca de tracción de otro tipo de actividades vinculadas a ellas. Convenientemente gestionadas -pienso sobre todo en la Ciudad de la Luz- pueden constituir un buen polo de atracción económica y de generación de oportunidades de negocio. El Palacio de Congresos y la Casa del Mediterráneo se encuentra también en la línea de estos proyectos.

En sector industrial, es importante que recordemos que un buen número de empresas están vinculadas al sector de la construcción y que la manufactura alicantina es escasa. Sería necesario, en este terreno, que el Ayuntamiento de Alicante, en colaboración con la Universidad de Alicante, animara a la inversión industrial en la ciudad en aquellas actividades industriales que suponen una oportunidad para la provincia. Estoy pensando en sectores como el de las técnicas de ahorro, reciclado y desalación de agua, el aprovechamiento de la energía solar, la innovación en materiales de construcción y en técnicas constructivas, la recuperación paisajística, las técnicas agrícolas, etc. Para eso es necesario que el Parque Tecnológico de la Universidad de Alicante sea una realidad. Hace falta investigación, desarrollo e innovación constantes.

Aquí, como en otros casos, la colaboración con el resto de municipios de la provincia es fundamental.

3. Superar la dependencia del ladrillo.

La mayor parte de la riqueza generada durante los últimos años en Alicante ha provenido del sector de la construcción y del sector servicios.

A lo largo de estos últimos años, el empresariado de la provincia de Alicante ha abandonado sectores tradicionales de actividad -muebles, alfombras, juguetes, calzado- para concentrar todos sus esfuerzos de inversión en el sector inmobiliario. En gran medida, la crisis de estos sectores responde al trasvase de capital desde la industria tradicional al sector inmobiliario.

Las empresas alicantinas deberán hacer su propia travesía del desierto. Efectivamente, el Ayuntamiento y el resto de AAPP puede hacer algunas cosas para ayudar, pero los instrumentos de los que dispone Sonia Castedo para eso son limitados.

En gran medida, dependerá de su capacidad para reformular su propio discurso y enfocarlo hacia la recuperación de los sectores tradicionales de actividad, mediante una apuesta clara por modificar el paradigma productivo de la ciudad, y de las sinergias que genere con el resto de municipios del área metropolitana de Alicante.

En definitiva, lo que la Alcaldesa puede hacer por Alicante para que las empresas vuelvan a generar empleo es una tarea ingente, a medio y a largo plazo, que requiere colaboración con el resto de Administraciones Públicas y municipios del área metropolitana, que necesita grandes dosis de colaboración y para la que, personalmente, todavía no ha demostrado cualidades.

Perdonadme el ladrillo.

Benidorm, tránsfugas y papeletas

Benidorm, capital del turismo de la Costa Blanca -o la Costra Blanca-, modelo del desarrollo urbanístico de los sesenta y los setenta, paradigma del pelotazo en los noventa, paraíso de jubilados, meca de guiris sedientos de alcohol, botón de muestra de la destrucción salvaje del entorno natural; Benidorm, la de los rascacielos, Manolo Escobar y hasta una canción de Sir Paul McCartney.

Benidorm, en suma.

Benidorm de flickr.com

Como sabéis, desde hace algunas semanas se viene fraguando en Benidorm una jugada de estrategia para desalojar al PP de la Alcaldía de la ciudad. Una especie de dejà vu de la política benidormense.

Hace 18 años una concejala tránsfuga del PSOE dio la alcaldía a un señor llamado Eduardo Zaplana -sí, el mismo Zaplana que era alcalde de la ciudad cuando se incendió el bosque donde ahora está Terra Mítica- dejando al PSOE fuera del gobierno municipal durante todo este tiempo.

Hoy la historia se repite, los protagonistas son prácticamente los mismos, los papeles se han intercambiado. José Bañuls, hasta hace poco concejal del PP en el Ayuntamiento de Benidorm abandonó su partido hace unas semanas y amenaza con convertirse en la llave que dé la alcaldía al PSOE, moción de censura mediante.

No os voy a dar los detalles escabrosos, podéis encontrarlos aquí, aquí o aquí.

Lo que ha pasado estas semanas en Benidorm y su previsible final, una moción de censura al Alcalde popular, el comportamiento de los concejales socialistas y el sainete montado alrededor de todo ello son negativos para el partido en la ciudad, para el socialismo valenciano y, así lo creo, para la política valenciana.

Los concejales díscolos dirán que lo hacen por la gobernabilidad de la ciudad, pero eso es sólo una verdad a medias, cuando no una mentira.

Todo esto ha puesto sobre la mesa la capacidad de liderazgo de Jorge Alarte. Incluso habiéndose opuesto a la moción desde el primer instante, Alarte ha sido incapaz de frenar las intenciones de los suyos. Ni siquiera el apoyo de la Ejecutiva Federal del PSOE ha sido suficiente, lo cual dice poco de lo amarrado que Alarte tiene al partido.

También ha puesto en solfa la figura de Leire Pajín dentro del PSOE -recordad que entre los concejales díscolos se encuentra la madre de la número tres del PSOE, sea lo que sea que eso significa. Independientemente de la filiación personal, tampoco la número tres del PSOE ha hecho gala de una especial capacidad para contener la rebelión.

Y, por último, deja al partido en un extraño limbo. Si bien es cierto que los concejales se han autoexpulsado del partido, es poco probable que el PSPV tenga suficiente capacidad como para armar un nuevo liderazgo político en Benidorm. Y, en esas circunstancias, ¿a quién darán su voto los ciudadanos que votaron la lista socialista? ¿A los concejales díscolos o a la nueva lista del PSPV en Benidorm?

Más allá de los problemas del PSPV y del cálculo electoral, además, está la imagen de desgobierno que destila el ayuntamiento de Benidorm y el lamentable espectáculo que ambos partidos han dado en las últimas semanas. La política valenciana, a mi modo de ver, sale debilitada, más incluso de lo que ya lo estaba.

Los concejales socialistas en el ayuntamiento de Benidorm se han comportado de forma egoísta, revanchista y barriobajera. Ojo por ojo, diente por diente, sin medir las consecuencias de sus actos. A los ojos de los ciudadanos, la política municipal es únicamente un toma y daca personal entre cargos públicos cuyo objetivo no es la buena gestión de la cosa pública sino la gestión del poder, por el poder.

Por último, el caso de Benidorm, ha puesto sobre la mesa la inutilidad del pacto político en España. Aunque PP y PSOE firmaron hace unos años un Pacto Antitransfuguismo para evitar situaciones como ésta, la norma se incumple constantemente y ambos partidos han sido capaces de inventar subterfugios para justificar los incumplimientos particulares del pacto.

Si el objetivo elevado de los concejales socialistas era la gobernabilidad de Benidorm, existían otras vías, menos finalistas quizá, pero más dignas.

Por ejemplo, cabía la posibilidad de forzar un cambio interno dentro del grupo popular, cabía la posibilidad de denunciar a los ojos de los ciudadanos la aparente dejadez del alcalde en sus funciones, cabía la posibilidad de permitir a la secretaría general del partido liderar esa presión convirtiéndola en un ejemplo claro de su proyecto político para la Comunitat Valenciana, cabía la denuncia de las eventuales irregularidades en el consistorio ante la Sindicatura de Comptes o ante los tribunales correspondientes.

Cabían, pues, otras opciones que hubieran permitido evitar este sainete y las consecuencias políticas que se le adivinan.

Bookmark and Share

GORNLHÖM, cortinas de humo

Como seguramente sabéis, la alcaldesa de Alicante y el primer teniente de Alcalde, Enrique Ortiz, o al revés, están empeñados en que el Plan Rabassa salga adelante y que los alicantinos traguen con él, caiga quien caiga.

Antes de las vacaciones, la ínclita Sonia Castedo nos sorprendía con un anuncio sorpresa: IKEA estaba interesada en instalarse en Alicante, en Rabassa para más señas. A la instalación de IKEA venía aparejada la construcción de un gran centro comercial -o centro cívico, como fue calificado desde el Ayuntamiento.

La respuesta de los comerciantes del centro de Alicante fue radical. Sí a IKEA, no a la instalación de nuevas superficies comerciales en Alicante.

La alcaldesa tuvo que recular. Se reunió con los comerciantes y prometió reformular el proyecto.

Ya con0céis mi opinión. No creo en la construcción de tropecientasmil viviendas en el entorno de Rabassa, creo en la recuperación ambiental del lugar y en la puesta en valor de las lagunas. A Alicante no le sobran zonas por donde oxigenarse, de manera que la preservación de Rabassa es, desde mi punto de vista, un asunto mayor. Como yo, muchos ciudadanos de Alicante y muchos colectivos sociales, tampoco creen en Rabassa.

Y eso la alcaldesa lo sabe.

Abro un paréntesis. El PSPV aún debe aclarar cuál es su postura en este asunto porque el pasado pesa. Y, en el pasado, el PSPV votó a favor de Rabassa.

Cierro paréntesis y retomo la cosa donde la dejé.

La alcadesa sabe que son muchos los alicantinos que se oponen a Rabassa, de manera que nuestra Sonia y su Ortiz, o al contrario, idearon un plan maestro, el plan GORNLHÖM, o Cortina de Humo.

Si logramos que los alicantinos se olviden de Rabassa y piensen en IKEA, los habremos dividido aún más y tendremos más posibilidades de conseguir nuestro objetivo: que Enrique Ortiz consiga dar un gran pelotazo en Rabassa.

Pronto, a la voz de los comerciantes del centro, se unieron otras. Entre ellas, las de los que opinaban que IKEA podía ir en otra parte, que hay superficies comerciales suficientes como para evitar la construcción de una tienda de IKEA en Rabassa, o incluso la de aquellos que pensamos que, con uno en Murcia, es más que suficiente.

Así que, la alcaldesa y el delegado de ésta en el mundo empresarial, tuvieron que pasar las vacaciones diseñando una nueva cortina de humo que consiguiera que la división fuera aún mayor.

Recordáis que la alcaldesa ya había puesto en bandeja un pelotazo a Ortiz en el entorno del Rico Pérez. Pues bien, parece que Ortiz está dispuesto a abandonar el proyecto con la condición de que Rabassa salga adelante sí o sí.

Para ello, Castedo y Ortiz se han sacado de la chistera un nuevo conejo, construir un nuevo estadio para el Hércules en Rabassa.

Con el nuevo conejo, Castedo y Ortiz no sólo han conseguido dividir aún más a los ciudadanos, sino a los propios herculanos -palabras mayores-, ofreciéndoles un nuevo caramelito.

El plan debe ser el siguiente. Si hay un herculano que quiera IKEA si, además, le ofrecemos un nuevo estadio, ya lo tenemos a nuestros pies.

Mi opinión es que sería mejor recuperar el entorno del Tossal, Rico Pérez incluído, y convertirlo en una gran área deportiva para la ciudad. No hay necesidad de construir un nuevo estadio, únicamente es necesario remodelar adecuadamente el que tenemos.

Si finalmente triunfa el criterio de Castedo y Ortiz, cuando vayáis al IKEA, buscad las cortinas GORNLHÖM, están hechas de humo.

Bookmark and Share

IDEA IKEA

Como seguramente sabréis, el Ayuntamiento de Alicante ha llegado a un acuerdo con IKEA para que la multinacional abra un centro en la ciudad. El proyecto, según explica INFORMACIÓN, consistiría en ubicar la tienda de IKEA en un nuevo centro comercial que estaría situado dentro del Plan Rabassa.

La respuesta de los comerciantes del centrode Alicante ha sido rotunda: si la apertura de una tienda IKEA en Alicante significa la construcción de un nuevo centro comercial, el pequeño comercio hará todo lo posible para evitarla.

Se da la circunstancia de que sólo un día antes, el presidente del Colectivo de Comerciantes por Alicante, había celebrado la apertura de la tienda IKEA.

Por su parte, el Ayuntamiento ha bautizado el nuevo centro comercial con el eufemísitco nombre de centro cívico y planea la modificación del Plan General de Ordenación Urbana -el antiguo, no la eterna promesa en la que se ha convertido el nuevo PGOU- para dar cabida a este nuevo centro comercial en el Plan Rabassa. Mi impresión, antes de nada, es que el Ayuntamiento no sabe ya cómo marear la perdiz con el tema Rabassa. Primero fue la ciudad ecológica que Sonia Castedo se sacó de la manga. Ahora es IKEA lo que laalcaldesa pretende usar como señuelo para intentar despistar a los alicantinos.

En cualquier caso, yo voy a partir de algo que tengo bastante claro, Rabassa es la resaca de la borrachera constructora, alimentada básicamente por los empresarios del sector con el apoyo del PP, que Alicante sufrió durante los últimos años, y del enorme despiste del PSPV alicantino. Sólo los socialistas conocen la razón por la cual votaron sí al plan, aunque todos podemos adivinar algunas.

Partiendo de esa base, el Plan Rabassa es una especie de anacronismo que, a estas alturas, deberíamos haber superado aunque algunas propuestas de los empresarios alicantinos nos hagan pensar lo contrario.

El empecinamiento del Ayuntamiento de Alicante en sostener un sector, el inmobiliario, que ocupa a una mayoría de los trabajadores de la provincia y que es la piedra angular sobre la que se sostiene el modelo económico alicantino es, al menos, razonable, pero equivocado.

Alicante no necesita más grandes superficies comerciales y tampoco necesita paños calientes en forma de centros cívicos; la ciudad necesita recuperar el centro urbano, apoyar a los pequeños comerciantes con planes de modernización del sector, dinamizar la oferta comercial y de ocio del casco antigua de la ciudad, y planes serios que conduzcan a diversificar la actividad económica de la que depende.

El Ayuntamiento de Alicante debería reflexionar a este respecto. La recuperación arquitectónica y urbana del centro de la ciudad supone una oportunidad de actividad económica para el gremio de la construcción que, en el medio y largo plazo, abriría nuevas vías económicas en el sector servicios de la ciudad y dignificaría nuestra oferta turística. No cabe, pues, la cerrazón y los grandes proyectos urbanísticos mientras el gran proyecto urbano, la recuperación del centro tradicional, sigue pendiente.

No parece lo más adecuado, desde el punto de vista del pudor en la cosa pública, llevar a cabo la modificación del PGOU de 1984 para aprobar un proyecto urbanístico que, como mínimo, despierta las dudas, los recelos y la oposición de una parte nada desdeñable de la ciudadanía. No nos olvidemos, que en número de votos, los partidos de izquierda fueron los más votados en las últimas elecciones municipales y que la distancia en número de concejales del PP y el PSPV es de 1.

Por su parte, el PSPV debería contar con esto último para revisar, de manera definitiva, su posición sobre el Plan Rabassa y, por otra parte, debería ser capaz de iniciar un debate público sobre el modelo de ciudad que los socialistas imaginan para Alicante. Esto ayudaría a conocer las propuestas del PSPV para la ciudad y a romper con el enorme error que la agrupación alicantina cometió con su apoyo a Rabassa.

De fondo queda la conveniencia o no de que una multinacional del mueble se instale en una provincia de larga tradición en el sector. Mi duda es si es positivo para el sector o no. Por una parte, supone un reto para los fabricantes alicantinos; por otra, puede significar la sentencia de muerte para toda una industria.

La sensación que yo tengo es que ni el Ayuntamiento de Alicante ni el partido de la oposición han hecho ninguna de estas reflexiones. O bien que, si las han hecho, han pasado por encima de ellas por razones de conveniencia y de urgencia política.

El hecho de que las últimas medidas tomadas por lalcaldesa se hayan tramitado por la vía urgente y en el mes de julio le hacen a uno sospechar de que la reflexión y la responsabilidad no forman parte, tampoco, de la manera de hacer de los políticos alicantinos. 

Yo, para que se me quite el mal sabor de boca, voy a volver a leer la entrevista de Alicante Vivo al concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alicante o la preciosa entrevista póstuma a Figueras Pacheco.

Bookmark and Share

IKEA, la calidad de vida, Rabassa y la Casa del Mediterráneo

Muy probablemente, el pobre moderador de los comentarios de INFORMACIÓN debe de estar hasta los mismísimos de uno que firma como somfillsdelpoble -un servidor-, de los blogs sobre Alicante, de la «resistance» a los blogs de Alicante, de conversaciones sobre masones, sindicalistas, sociolistos, pperos, fachas, progres, free-tangas, etc.

Ya me lo imagino llegando a casa cada noche, quitándose la americana y sentándose en el sofá.

– ¿Qué tal el día, cariño?

– Pues, como siempre, los pesados de los comentaristas del INFORMACIÓN, con sus filias y sus fobias, sus comentarios sobre nada, y Alicante empantanada.

Vaya ciudad, podría pensar uno, que se alegra de que construyan un IKEA en un paraje que tendría que tener protección ambiental especial, pero que se tira de los pelos porque el Ministerio de Asuntos Exteriores decide rehabilitar un edificio emblemático de la ciudad -la Estación de Benalúa- e instalar allí la sede de una iniciativa como la Casa del Mediterráneo, tan beneficiosa para una ciudad como Alicante, tan huérfana de un debate sosegado sobre cualquier cuestión.

Así que, si los mismos ciudadanos ni siquieran se plantean que la calidad de vida en Alicante es algo mejorable, ¿qué discusión queda? ¿cuál es la perspectiva de futuro de la ciudad?

El pobre moderador cena, se ducha, se pone el pijama y se acuesta a dormir. Esa noche sueña que al día siguiente, los comentaristas del Diario INFORMACIÓN discuten sobre los contenidos que debería albergar la Casa del Mediterráneo, sobre la mejor manera de otorgar protección a las lagunas de Rabassa, sobre el mejor uso para el Tossal, sobre las formas de mejorar la calidad de vida en Alicante y sobre la mejor manera de que Alicante se convierta en un lugar más habitable.

Pero es sólo un sueño.

Bookmark and Share

Obstinarse en el error

Hoy Información ha publicado una noticia que, leyendo el titular, me ha preocupado bastante. Es cierto que, si uno lee el cuerpo de la noticia, el nivel de preocupación se rebaja, aunque se mantiene.

Os doy el titular y luego vamos a la noticia en sí:

La Cámara mantiene la apuesta por el ladrillo como motor económico de Alicante.

Da miedo, ¿a que sí?, vamos a aclararlo un poco para juzgarlo mejor.

El redactor de la noticia nos aclara que, en los planes de la Cámara de Comercio, entra explotar la capacidad de crecimiento del sector inmobiliario, lejos de ponerle freno.

Sin embargo, la apuesta de los empresarios alicantinos pasa por cuestiones como la domótica, la investigación en nuevos materiales, la apertura del sector a nuevos mercados y la búsqueda de la competitividad mediante la complicidad con las entidades financieras. Todo ello mediante la creación de un Centro Tecnológico de la Construcción con sede en las comarcas del Vinalopó.

Es cierto que, como perspectiva de futuro, no deja de ser una buena propuesta de reconversión del sector inmobiliario, aunque tal como yo lo veo, significa obstinarse en un error que los empresarios de la provincia llevan cometiendo desde hace dos décadas: jugar la mayor parte del capital a una sola carta, la del ladrillo.

Aunque sea mediante l+D+i no deja de ser un empecinamiento que, o bien responde a una escasa capacidad de los empresarios alicantinos para inventar nuevos modelos de negocio, o al miedo al cambio que, dadas las circunstancias, tampoco es nada extraño.

Los empresarios alicantinos han demostrado estos años que la preocupación fundamental que los ha guiado no ha sido la generación de riqueza y perspectivas económicas a medio y largo plazo, sino la acumulación de capital. Esa acumulación de capital, no ha servido para poner en marcha iniciativas empresariales de mayor calado en el sector inmobiliario, a los hechos me remito.

La innovación, pues, no ha formado parte del ADN de los empresarios alicantinos durante estos años, de modo que, puede parecer que su afán por cambiarlo todo (I+D+i), sin cambiar nada (sector inmobiliario) es únicamente el resultado directo de lo que técnicamente se conoce como «ver las orejas al lobo«.

Evidentemente, cambiar el modelo productivo de una sociedad es algo que no se consigue de la noche a la mañana, y también parece claro que la reconversión de la economía alicantina ha de tener un apoyo importante en el sector inmobiliario, generador de la mayor parte de la riqueza de la provincia durante estos años.

Desde un punto de vista estrictamente económico, sin embargo, el sector inmobiliario tiene un límite claro: el territorio es finito, aquí y en los mercados exteriores. Una vez que los empresarios alicantinos tengan alicatada toda la costa de Túnez, Marruecos, Portugal y Taiwan, se les acabó de nuevo el negocio.

Así las cosas, el motor económico alicantino debería, más bien, plantearse un trasvase de medios y de capital a los sectores tradicionales que, durante estas décadas, abandonó: mueble, calzado, alfombras, turrón, etc., y apostar por el diseño y la calidad como nuevos modelos de negocio en estos sectores.

Además, es necesario que los empresarios alicantinos hagan prospectiva sobre sectores económicos de futuro que les permitan diversificar el riesgo empresarial en áreas en las que la provincia pueda aportar valor.

Es por eso que os digo que el titular de la noticia preocupa y confunde a partes iguales.

Entre otras cosas porque, de esa reflexión, se nos plantean otras posibilidades para la provincia que, tal como yo lo veo, complementan al motor económico alicantino, le dan mayores perspectivas de futuro, y que, además, están recogidas en la propuesta de la Cámara de Comercio.

Una de ellas pasa por el agua. La escasez de agua es uno de los males endémicos de esta tierra; de lo que se trata aquí, y en algún lugar lo he leído expresado de esa manera, es «de hacer de la necesidad virtud«. Dado que somos un territorio deficitario en agua, tenemos razones de sobra para ser un territorio puntero en lo que se refiere al reciclado, desalación, ahorro y aprovechamiento de agua. No sólo con políticas públicas encaminadas a tal efecto, sino mediante parques tecnológicos universitarios que investiguen, desarrollen soluciones y generen innovación constante.

Dados los desmanes cometidos y permitidos durante estos años, sería bueno también que los empresarios animaran a los poderes públicos a hacer de la protección del medio ambiente una de las piedras angulares del proyecto de territorio para la provincia. Cuestiones como las energías renovables, la recuperación paisajística, la investigación en técnicas agrícolas -recordad que tenemos varias denominaciones de origen-, o el empuje definitivo a políticas de movilidad en transporte público para el área metropolitana Elche-Alicante, serían buenos ejemplos de una apuesta económica y productiva de futuro.

Vinculada, además, con un sector turístico que necesita urgentemente un replanteamiento de su oferta. El sol y la playa nos aportan turistas año tras año, pero también año tras año nos convierten en un destino de bajo coste y desordenado. La protección y la ordenación del territorio de la provincia deberían ser una de las obsesiones de la propuesta de la Cámara de Comercio.

En definitiva, que si bien la propuesta de la Cámara de Comercio es un buen inicio, es necesario que el foco se mueva desde un sector inmobiliario generador de capital, a otros sectores productivos menos agresivos con el territorio y generadores de futuro económico, empresarial y social para la provincia.

De la predisposición de empresarios y poderes públicos depende el futuro de los ciudadanos de la provincia que, en último término y no se nos olvide, son los clientes de una propuesta de este estilo.

Bookmark and Share

De parques naturales, haciendas, anchoas y el código penal

Lo de Honduras, tristemente, no es una novedad en América Latina. Un presidente que pretende cambiar el orden de las cosas por la puerta de atrás, un ejército en los portales de los cuarteles esperando a salir a la calle, una oposición dispuesta siempre a tomar el poder entrando por la ventana y unos ciudadanos polarizados dispuestos a creerse el discurso de cualquiera de los caciques candidatos a presidir la República.

El otro día escuché una reflexión en la radio que, tal como yo lo veo, daba una buena medida de las cosas en América Latina. Según el contertulio, mientras muchos de los colonos norteamericanos llegaron al continente como proscritos -y tú tigretón- o utópicos irredentos dispuestos a fundar un nuevo orden social, los señores españoles de América Latina se dedicaron, durante siglos, a chupar seis meses al año la sangre al continente y a gastar en Europa, los otros seis meses, los reales conseguidos en sus haciendas. Ningún proyecto, ninguna estima por la tierra, ningún aprecio a sus hombres y sus mujeres.

Así se explica, pues, la historia política de uno y otro lado de la frontera del Río Grande. Puede ser una explicación un poco simplista pero, tal como yo lo veo, se acerca a la realidad.

Os digo esto porque Rita Barberá -la esperanza blanca del PP valenciano- propone ahora, insistiendo en la estrategia anchoa, que se modifique el Código Penal de tal forma que Camps no pueda ser juzgado en caso de confirmarse la imputación por cohecho. Como lo que se da, no se quita, debió pensar Rita que, cambiando el orden de las cosas, se consigue un doble beneficio.

Por un lado, que Camps, un honrado trabajador (sic), no pueda ser juzgado. Y, por otro, que los pobres políticos tengan claro de una vez qué pueden y qué no pueden hacer. Y lo comido, por lo servido.

Juzgad vosotros si hemos superado o no nuestra etapa como señores de nuestras haciendas.

Anchoas-oliva-RR-50-LoBuenoatras

A todo esto, Greenpeace le ha dado un tirón de orejas al Consell -que ya cansan los trajes- por su política de Parques Naturales. Sí, la Comunitat cuenta con un sinfín de Parques Naturales en su territorio, pero también son los parques naturales más amenazados.

La cuestión es ser líderes, señores, aunque sólo sea una cuestión de boquilla.

Bookmark and Share