Aunque resulta extraño que la cuestión sea noticia, lo es. Esta semana los alcaldes de Alicante y de Elche se reunieron, después de 10 años, para tratar cuestiones que afectan a ambos municipios.
Como digo, esto no tendría que ser noticia, pero lo es.
Parece ser que el Ayuntamiento de Elche ha tenido durante todos los años que Luis Bernardo ocupó la alcaldía un sarpullido -su alcalde personalmente, ideológicamente su partido e institucionalmente su ayuntamiento- que hacía imposible la reunión. Ojo, que lo entiendo.
Por su parte, me da la impresión de que Luis Bernardo tampoco debía de estar muy interesado en reunirse con el Alcalde de Elche no fuera caso que le sacaran los colores.
En fin, la cuestión es que esta semana lalcaldesa y el Alcalde de Elche se vieron para hablar sobre todo del impacto que el PGOU puede tener en Elche.
En esa línea, Sonia Castedo también se ha reunido esta semana con el alcalde de Sant Joan por las mismas razones.
Sin embargo, como siempre, estas cosas dan para pensar un poco. No mucho, tampoco, que estamos de vuelta de las vacaciones. ¿No hubiera sido mejor que los alcaldes de Elche y Alicante, y los de Sant Joan y Alicante se hubieran visto en el marco de la Diputación Provincial?
¿No hubiera sido más lógico que el Ayuntamiento de Alicante hubiera redactado su PGOU para armonizarlo, a priori, con sus vecinos?
El problema no es únicamente capitalino -me gusta la palabra-, sino del diseño institucional de una provincia en la que la Diputación Provincial parece ser un cementerio de elefantes para políticos incómodos y políticos de carrera que se resisten a la jubilación.
En lugar de funcionar como una red de municipios, la Diputación Provincial es esa institución en la que sus miembros, a pesar de que nadie sabe muy bien qué hacen, acuerdan subirse el sueldo y las dietas en cada legislatura.
Bienvenida sea lo que sería la colaboración -que diría ZP- y bienvenido sea también el Plan Estratégico que la Diputación ha redactado. Al menos, justifica un poco el sueldo de los diputados.
Creo que tienes toda la razón Alfredo. Yo aprendí hace poco lo que era la Diputación Provincial. Vale que uno es ignorante, pero creo que lo habría sabido antes si realmente hicieran algo…
Si el sueldo de muchos políticos se usara para fabrícar piruletas seríamos la pera en piruletas…