Era de esperar que alguien le tocara la boina a Luis Díaz Alperi, pero por fin ha llegado el día.
La Síndic de Greuges, cuya relación con Díaz Alperi no acaba de cuajar en lo positivo, ha admitido a trámite la queja de la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas según la cual no es de ley que el Alcalde-imputado solicite 25.000 firmas para retirar los honores que la ciudad sigue rindiendo a Franco.
La PIC cuya labor, a falta de partido de la oposición, es titánica, considera que no es de recibo que el Alcalde ponga condiciones para el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica.
Sin embargo, el PP valenciano no tiene problemas en la no aplicación de la ley. Ya hemos hablado aquí de las dificultades que los jóvenes valencianos encuentran a la hora de acceder a las ayudas estatales al alquiler, de las trabas que pone la Generalitat Valenciana a la Ley de Dependencia, o de la campaña de objeción a la asignatura Educación por la Ciudadanía que el Consell enmascara en el aprendizaje de idiomas, de manera que otra insumisión no debería sorprendernos. De hecho, aquí os traigo la última imagen de Díaz Alperi, anarquista como el que más, sonriente después de cometer su última fechoría. ¿Acaso lo dudábais?
Por cierto, que como dice Ernes en BarriodeBenalúa, el incendio del otro día ha despertado a los que no se acordaban de la Estación de Benalúa excepto para tirarse los trastos a la cabeza sobre quién retrasa su regeneración y sobre quién es el responsable de su abandono. Sin embargo, la estación ha estado y sigue estando presente en los blogs que hablan de esta ciudad. A nosotros no se nos ha olvidado nunca, pero ADIF se ha despertado hoy. Mientras sirva de algo, más vale tarde que nunca.
Buen fin de semana.
Som Fills del Poble 
